¿Qué es el acné, cuáles son sus causas y cómo tratarlo?
El acné es un problema cutáneo común causado por bacterias que viven en la superficie de la piel. Cuando una cantidad excesiva de esta grasa queda atrapada bajo la piel, en unas estructuras de nuestra piel llamadas folículos pilosos, también conocidas como poros. Estos poros albergan bacterias, que prosperan en entornos húmedos. Esta combinación de humedad y bacterias hace que la grasa se espese y endurezca, formando un tapón que bloquea la apertura del poro. Esta obstrucción impide que la suciedad y los residuos se eliminen, lo que provoca la aparición de puntos blancos y negros.
El tipo más frecuente de acné se conoce como "acné inflamatorio" o acné "vulgar". El acné inflamatorio comienza como pequeñas protuberancias o pápulas que se desarrollan en la cara, el cuello, el pecho, los hombros, los brazos o la espalda. A medida que el bulto crece, se vuelve más rojo y más grande. Con el tiempo, el bulto se convierte en un quiste doloroso lleno de pus. En los casos más graves, el acné inflamatorio puede provocar cicatrices.
Otros tipos de acné son:
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Acné hormonal: se produce durante la pubertad, cuando el cuerpo experimenta cambios significativos, incluyendo el aumento de las hormonas sexuales. En particular, la testosterona, que aumenta durante la adolescencia, desempeña un papel importante en la aparición del acné.
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Acné quístico: bultos grandes que se forman en la profundidad de la piel y suelen aparecer en las mejillas.
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Puntos blancos: pequeñas protuberancias que se asemejan a pequeños granos. No duelen y suelen desaparecer sin tratamiento.
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Puntos negros: pequeñas protuberancias que tienden a agruparse. Son de color marrón oscuro, casi negro, y se sienten ásperos al tacto.
¿Qué causa el acné?
El acné vulgar está causado por la proliferación de bacterias en las glándulas sebáceas de la piel. Las que se localizan principalmente alrededor de la nariz, la frente, la barbilla y las mejillas. Estas glándulas segregan una sustancia aceitosa llamada sebo en los folículos pilosos. Esto provoca una inflamación e infección dentro del folículo. La sobre producción de sebo conduce a la obstrucción de los poros, causando puntos negros y blancos.
Hay varios factores que pueden contribuir al desarrollo del acné. La genética desempeña un papel; algunas personas son más propensas a los brotes que otras. El estrés, la dieta, los cambios hormonales y ciertos medicamentos también pueden desencadenar brotes de acné.
El acné se produce por la interacción de cuatro causas principales:
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La producción excesiva de sebo, este fenómeno por si solo puede ser normal, en una piel que se exfolia con regularidad.
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La acumulación de células muertas en la piel, lo que obstruye los poros.
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El interior de los poros es colonizado por la bacteria P. acnes, la cual se encuentra naturalmente en la piel, pero cuando se encuentran en el interior de un poro obstruido, están en su habitad ideal, lo que facilita su proliferación.
Esta acumulación de bacterias en la piel, alerta al sistema inmunológico, que causa inflamación e hiperqueratosis alrededor de la zona como mecanismo de defensa. Este proceso conduce a la formación de comedones, pápulas, pústulas, nódulos, quistes, cicatrices y, en última instancia, a la formación de cicatrices permanentes.
¿Cómo tratar el acné?
El objetivo principal del tratamiento del acné es eliminar el brote sin causar daño a la piel. Existen varios tratamientos disponibles para tratar el acné, como los medicamentos con receta como antibióticos orales, cremas tópicas y los productos de venta libre, y el uso de estos varía dependiendo a la severidad del de las lesiones.
Algunos de los ingredientes más comunes utilizados en los tratamientos del acné de venta libre son el peróxido de benzoilo y el ácido salicílico.
- El peróxido de benzoilo es uno de los tratamientos para el acné más eficaces que existen. Mata las bacterias y reduce la inflamación, lo que permite reducir el enrojecimiento, la hinchazón y la formación de pus. El peróxido de benzoilo funciona bien contra los comedones abiertos y cerrados, aunque no trata el acné quístico.
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El ácido salicílico es otro ingrediente popular que se encuentra en los tratamientos para el acné de venta libre. El ácido salicílico es un exfoliante químico que disuelve las células muertas, al ser liposoluble -es decir, que se disuelve en el aceite- ayuda a eliminar el exceso de grasa en el interior de los poros, resultando en una reducción visible del tamaño de los poros. El ácido salicílico es especialmente útil para quienes sufren de poros obstruidos y piel grasa.
El uso de estos ingredientes en la rutina de cuidado facial, debe estar acompañada por limpieza, hidratación y un buen protector solar, especialmente si se desea prevenir la aparición de hiperpigmentación post-inflamatoria.
¿Cómo prevenir el acné?
Rutina de cuidado facial:
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Toda buena rutina de cuidado facial que ayude a prevenir el acné, empieza con una buena limpieza. Esta no consiste solo en mojar y secar la piel, sino más bien en eliminar de manera efectiva la acumulación de grasa y suciedad de la piel, así como los restos de bloqueador solar y/o maquillaje del día a día, la limpieza acompañada con un jabón facial de ácido salicílico, en pequeñas concentraciones o alternado, con otro limpiador básico este ingrediente nos va a ayudar a limpiar los poros desde el interior.
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Evita usar productos comedogénicos o aceitosos, para prevenir la obstrucción de los poros y así la formación de brotes.
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Exfolia la piel para eliminar la capa de células muertas que se forma en la piel. No exageres con el uso de estos ingredientes, los exfoliantes, físicos o químicos pueden sobre sensibilizar la piel.
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Por último, pero no menos importante, usa bloqueador solar todos los días, y reaplicalo durante el día. La protección solar ayuda a prevenir que, la inflamación causada por los brotes, deje a su paso manchas en la piel. Intenta encontrar bloqueadores solares que sea de textura ligera, para evitar la obstrucción de los poros.
¿Cuándo contactar a un profesional?
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Si el acné no mejora tras los cuidados personales y los tratamientos de venta libre, podría ser grave.
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Si los brotes de acné están muy enrojecidos o son quistes.
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Si el acné empeora.
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Si alguno de los brotes se ve visiblemente infectado.
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